Queridos estudiantes, familias, docentes y miembros de nuestra comunidad Pascalina:
Hoy es un día muy especial. Nos reunimos para celebrar el cierre de una etapa trascendental en sus vidas. Esta ceremonia de licenciatura marca no solo el término de su enseñanza escolar, sino el comienzo de un nuevo camino lleno de desafíos, aprendizajes y sueños por construir.
Durante estos años, cada uno de ustedes ha crecido en medio de profundas transformaciones. Pertenecen a una generación que enfrentó desafíos que marcarán la historia de Chile: vivieron un período de convulsión social importante, y luego una pandemia que cambió la manera en que aprendemos, convivimos y entendemos el mundo.
Les tocó estudiar en la incertidumbre, adaptarse a clases virtuales, reencontrarse con sus compañeros tras largos meses de distancia y volver a creer en la comunidad escolar.
Y pese a todo, supieron salir adelante. Demostraron madurez, perseverancia y fortaleza. Aprendieron que las dificultades no definen lo que somos, sino la manera en que respondemos ante ellas. Ustedes son una generación resiliente, creativa y valiente.
El Colegio Capellán Pascal se siente orgulloso de haberlos acompañado en ese proceso. Porque en medio de los cambios del mundo, mantuvieron firme su compromiso con los valores que nos identifican: Dios, Patria y Familia.
Esos tres pilares no son solo palabras; son una forma de mirar la vida. En Dios encontramos sentido y esperanza; en la Patria, el llamado a contribuir al bien común; y en la Familia, el primer espacio donde aprendemos a amar, respetar y servir a los demás.
Nuestro Proyecto Educativo les ha querido formar como líderes respetuosos, honestos y responsables, capaces de transformar su entorno con empatía y convicción. Hoy, cuando el mundo necesita más que nunca personas con pensamiento crítico y corazón generoso, ustedes están llamados a poner en práctica esas virtudes.
Vivimos en una época en que el conocimiento se renueva a cada instante. Las tecnologías, la inteligencia artificial, la globalización y los nuevos modos de comunicación nos desafían constantemente.
Pero, más allá de los avances técnicos, el siglo XXI demanda algo mucho más profundo: habilidades humanas, SER HUMANOS.
La capacidad de comunicarse con respeto, de trabajar en equipo, de pensar con creatividad, de adaptarse al cambio, y de actuar con ética y sentido social.
Esas son las habilidades que han cultivado aquí, día a día, en la sala de clases, en los laboratorios, en el deporte, en la música, en la acción social y en el servicio a los demás.
Hoy, al despedirse de su colegio, los invito a mirar el futuro con esperanza.
Sean ciudadanos comprometidos, participativos y solidarios. Hagan oír su voz con respeto, defiendan sus convicciones con argumentos y construyan puentes donde otros levantan muros.
Chile necesita jóvenes que crean en el diálogo, en la justicia, en la verdad, y que comprendan que la libertad va siempre acompañada de responsabilidad.
Queridos egresados:
Lleven con orgullo el sello Pascalino y que cada decisión que tomen esté guiada por los valores que aquí aprendieron. Sean líderes que inspiren, profesionales que sirvan, y personas que dejen huella.
Recuerden que la verdadera grandeza no está en alcanzar metas personales, sino en usar sus talentos para mejorar la vida de los demás. A sus familias, gracias por acompañarlos con amor, paciencia y confianza.
A sus profesores y equipos de apoyo, gracias por su entrega y vocación.
Y a ustedes, queridos estudiantes, gracias por mostrarnos que el esfuerzo y la esperanza son más fuertes que cualquier adversidad. Que Dios los acompañe en cada paso, que la Patria los inspire a servir con orgullo, y que la Familia sea siempre su refugio y su motor.
¡Felicitaciones, generación 2025!
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